Formación Santa Rosa 57 (de arriba abajo y de izquierda a derecha): Beto Cardani metal, Marcelo Guajardo olguines, Guido lovers Arrollo, Andrés bigote Florit, Henry doblepase Winter, Daniel Tapia Ki. Formación porteña: Eduárdo cámara Jeria, Felipe pony Moncada, Claudio carrete Martínez, Andrés Urzúa del Mar, Antonio canario Rioseco, chilean Arrollo, Moncada chico. Sergio lengua Muñoz llegó al segundo tiempo y por eso no sale en la foto. Haz click en la imagen para ZOOM.
INJUSTA DEPORTIVA TERMINA NUEVAMENTE EN TOMATERA
Este verano se jugó el partido más esperado de la poesía de los últimos tiempos, se trata de los equipos del Taller Santa Rosa 57 y el Seminario de Reflexión Poética de La Sebastiana (véase el relato de Cardani aquí). Pero más que un partido de fútbol, hay que decirlo, se trató de dos cosmogonías en contradicción, dos fuerzas cósmicas que se aniquilan entre si; se trata de la mentalidad santiaguina v/s la mentalidad provinciana, la figuración alocada v/s el bajo perfil, la mentalidad ganadora v/s la mentalidad despacito por las piedras.
Consciente de aquello, los casi imberbes vates de Valparaíso (ver foto), concentrados en el Club deportivo y social “El Dominó” decidieron luego de varias chorrillanas y tras muchas horas-litros, tratar a las visitas como mejor lo aconseja la conducta provinciana: hacerlos sentir como en su casa, agasajarlos en la medida del bolsillo y concentrarse en el segundo tiempo, es decir, en el asado de rigor.
Los santarrosinos por su parte, haciendo gala de su mentalidad triunfadora, entraron a buscar el gol desde el primer minuto, emitiendo a veces grandes alaridos guerreros en caso de errar la puntería final, aunque hay que decirlo, nunca desesperaron, pues las situaciones de gol sobraron ante un errático conjunto porteño, que a ratos recordaba la escuadra de Wanders 2008 o la tripulación del Caleuche.
El resultado final fue estrecho: 13 a 7, casi un empate. Todos contentos, Santa Rosa con el triunfo, La Sebastiana de haber compartido un mediodía insolado y deportivo, luego vino el asado, más tarde el jolgorio nocturno y finalmente la madrugada del domingo, aquella de luz dolorosa y ciudad vacía.
Hay que mencionar finalmente que el tráfico de jugadores no es patrimonio de los grandes clubes, pues Santa Rosa contó con Daniel Tapia y Sebastián Moncada en el segundo tiempo, ambos del puerto y autores de los goles que hicieron la diferencia, y es más, se estudia mandar a la FIFA para posibles sanciones el caso de Winter, que jugó por Santa Rosa, militando hace dos años en La Sebastiana. Lo anterior demuestra que nadie es propiamente de donde dice ser, que la poesía puede venir de cualquier parte y que todos los campeones son estrellas fugases. ¿Habrá partido de vuelta?, véalo en el próximo capítulo.
